Documentacion2022
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Homenaje a Ş. Zilan (Nagihan Akarsel) - Hackmeeting 2022 Molino Lab (Salamanca) - https://www.youtube.com/watch?v=BnRQTlXLTXw
Taller "Desmasculinizar siendo hombre"
NOTAS:
• Cada punto de listado es una respuesta de un/a participante del taller. • Sería genial que las personas revisaran sus intervenciones y corrigieran aquello que no se ajusta a lo que se expresó o quería expresar. • Entender que estos apuntes son un resumen parcial e incompleto de todo lo que se habló y generó durante el taller.
Objetivo: desmontar nuestras formas de relacionarnos en los espacios tecnológicos como el hacklab de nuestra ciudad. Hacer una reflexión sobre la masculinización de los espacios tecnológicos y cómo podemos cambiar las dinámicas de los mismos.
1º parte – Hacer una reflexión entorno a las siguientes preguntas
• ¿Quién tiene acceso a la tecnologías de comunicación y la información (TICs)? • ¿Consideramos que nuestros espacios son espacios abiertos? • ¿Que nos hace sentir cómodas en un espacio? ¿e incómodas?
- El juego de quien "la tiene más larga…". Parece que hay una competición en los temas tech donde los hombres tienen que demostrar que saben más que tú, genera espacios poco agradables y competitivos.
- Para las personas con menos conocimientos techs la accesibilidad e inclusividad va de la mano del lenguaje que se utiliza en dichos espacios, de cómo se expresan las personas que tienen más conocimientos. Una persona que entiende algo siempre puede buscar manera sencillas de explicarlo. Hay que observar a las personas a las que les estás explicando algo, preguntar si esa persona te está entendiendo y cuidar de incluir a todas las personas del espacio dentro de la conversación, para que cada persona pueda llevarse algo, si esto es lo que deseamos de un espacio abierto. Si una persona no se siente incluida en la conversación, se lleva un sentimiento de no entender nada, de ser ignorante, resulta muy complicado que quiera volver. En resumen cuidar el lenguaje de cómo nos expresamos y de quién está a nuestro alrededor.
- Suele existir un sesgo de género desde las personas con conocimientos tech. De manera inconsciente se chequea si la persona es mujer se da por supuesto que no saber y que si es un hombre sí tiene que saber, pero esto es un prejuicio que no tiene porque cumplirse.
- A veces se acusa a compañeros de mansplaining, sobre todo con personas no binarias en los temas techs. Los compañeros hace un esfuerzo e intenta explicarse de manera sencilla pero no siempre saben resolver y eso les genera también malestar e inseguridad.
- Existe un uso generalizado, que puede llegar a molestar o ser ofensivo, de lenguaje masculinizado de fuertes connotaciones patriarcales. Expresiones como “me cago en la puta, poner los huevos sobre la mesa, etc..” ¿Qué nos hace utilizar este lenguaje tan agresivo y ofensivo de manera tan recurrente?
- Una compañera desde fuera propone una preguntas: ¿Por qué creéis que hay menos mujeres en estos espacios? ¿Os habéis sentido violentados en estos espacios alguna vez? ¿Habéis visto momentos de violencia hacia otrxs y no se supo gestionar o como romper ese consenso de violencia?
- Los entornos de los Hacklab o entornos tecnológicos suelen ser entornos para personas con pocas herramienta sociales. Un refugio para personas con pocas habilidades sociales. Resulta complicado detectar comportamientos machistas, o situaciones de agresividad, o darle importante a la diversidad en estos espacios. Además no solemos hablar de estas situaciones dentro de los propios espacios.
- El perfil típico de "el nerd" es generalmente un hombre-cis, heterosexual, asocial y tímido, quizás no encaja con la masculinidad fuerte tradicional pero en el fondo desea reproducirla, obtener los privilegios que de ella se saca. Desea ser como los otros hombres. Pero sino reproduce la figura del "nice guy" o la masculinidad tradicional oprimida, para así esconder que ellos también se aprovechan de esos privilegios, quizás no son el eslabón más alto de la pirámide pero siguen estado dentro de los privilegiados. Los lugares techs son espacios “guays”, espacios donde se reproducen esas pirámides de privilegios.
- NO debemos escondernos detrás de la asociaciliadad para justificar nuestros comportamientos.
- Se me hace difícil gestionar las relaciones entre las personas más sociales y las personas más asociales. No debemos oprimir al asocial pero también debemos de buscar maneras de trabajar las masculinidades tóxicas que se refugian en lo “asocial” para seguir reproduciendo los mismo comportamientos y patrones. Trato de controlarme mucho más pero sigo sin encontrar una manera, se me hace difícil.
- Los espacios hacklab no son abiertos y diversos. Desde los 80’ son espacios masculinizados, espacios de hombres haciéndose mansplaning mutuamente. Personas que tiene complejos por la sociedad machista. Sí he visto situaciones de violencia o de mansplaining y tiendes a no intervenir porque consideras que si lo haces más a generar más violencia.
- Debemos preguntarnos: ¿Cómo hago para no contribuir a la violencia o cómo posicionarse sin usar o generar más violencia? Con Amor todo fluye. Hay otros lugares más hackLife que son espacios más feminizados, por ejemplo lugares más espirituales o rurales.
- ¿Cómo medimos? Si nuestra identidad es cómo somos debemos hacer un trabajo de crítica. Un trabajo de crítica que pueda afectar a la identidad. Las críticas no deben convertirse en un ataque personal, sino es un trabajo permanente para cambiar aquellas partes de nuestra identidad que no nos hacen sentir comodxs. Este es un trabajo constante.
- Debemos entender la crítica como una muestra de amor de nuestra compas. Las verdaderas críticas solo se pueden hacer desde el amor y el respeto, porque deseo que mi compa mejore le hago críticas, no porque deseo atacarlx. Las críticas deben ser recibidas como un regalo. Las críticas y autocríticas deben trabajarse en el espacio de manera colectiva. La crítica no es un ataque a los que somos, sino a algo que hemos hecho y que podemos mejorar.
- Como nos decimos a nosotras mujeres cómo responder con amor. Sabemos que el camino es difícil, pero es verdad que hay que buscar transitarlo amorosamente. Transformarlo en algo creativo pero conscientes de la dificultad que tiene.
- Versión personal desde niña: existe un cliché de roles de genero que se remonta a cómo se trata la diferencia de género desde la infancia. A mi me gustaba habitar la vida de mi hermano. Mi padre nunca hizo una diferencia entre hermanos y todo aquello que tenía que ver con tecnología nos lo enseñaba de igual manera a ambos. Pero mis amigas mujeres no hablaban de esos temas. También pasa a la inversa hay espacios, por ejemplo clases de danza, que no hay hombre y que solo hay mujeres. ¿Es que a los hombres no les gusta bailar? Como romper el cliché de los roles de genero. Es algo que se puede trabajar, probablemente desde la infancia.
- Hay una gran falta de referentes.
- Una mujer en nuestro espacios nos hace sentir incómodos. No sabemos cómo gestionarlo.
- Me siento perdido de cómo responder con amor, de cómo ponerlo en práctica.
- El amor no es tan fácil cuando no conoces a la persona que está violentando, por lo tanto podemos cambiar y llamar a ese amor (respecto, trabajo, esperanza). Deseamos crear un espacio/sociedad mejor, para ello es necesario tragarte tu miedo/vergüenza, ser valiente para salir de ahí, de ese espacio en el que no puedes expresarte o deshacer una situación que te incomoda y hacerlo hacer con respeto y no sentirte por debajo, responder sí, pero sin violencia. Tratar de equilibrar la respuesta, porque al final el objetivo último es que el espacio esté mejor, que todxs mejoremos.
- Si alguien te irrita y no podemos hacer nada para cambiarlo hemos de aceptar que eso existe, aceptar la circunstancia sin entrar en su juego, respirar y dejar pasar eso.
- Usar esa energía de incomodidad o de sentirte violentadx para algo que sea constructivo. En vez de contestar mal o sentirme humillada, sentir esa energía y construir algo con ella, aunque sea construir un límite para mi o para el grupo.
- Tengo mucho miedo a hacer daño, porque no quiero sentirme mal después. Me cuesta mucho llevarlo a cabo porque siento que estoy pisando sobre cristales rotos. Es un poco incómodo decirlo, cómo generar el trato con respeto es una situación que no se resuelve.
- En estas situaciones hay que identificar bien el sentimiento (rechazo, culpa, ...) y redirigir esos sentimientos hacia otros sentimientos, sobre todo hacia la responsabilidad.
- Explicar qué es el amor (desde el amor personal) buscando la unidad, tu contigo mismo. Todo parte de un trabajo sobre todo de un trabajo personal, de las carencias que tenemos, las cosas que nos suelen suceder, si nos reflejan cosas que no queremos ver será muy difícil cambiarlas y hacerlo desde el autoconocimiento.
- No debemos satanizar al Amor. El amor es tuyo, y lo puede usar .. el amor no es del otro.
- Después de una agresión es importante comunicarlo, comunicar qué no está bien, en que me están hiriendo o me han herido, que no me ha gustado. En el afán de conciliación de no querer añadir más violencia obviamos y olvidamos los conflictos y entonces estos sientan precedentes. No lo sabe que no lo esta haciendo de una manera amoroso. Hay que ponerlo en conocimiento.
- Hasta que punto somos conscientes de esos contractos entre géneros o entre pares y nos cuesta darnos cuenta que no están funcionando y que es sano romper ese pacto. Debemos pensar en la justicia social, hay que pensar un mundo colectivo con nuevos horizontes. En que a veces voy a aprender a distanciarme aunque me genere malestar.
- Tenemos un problema con el marco, creemos que estos problemas son individuales, que soy yo el que tengo que mejorarme a mi mismo, solventar las situaciones violentas o incómodas en nuestros espacios, pero no, la verdad es que son relaciones sociales, son códigos que nos vienen dados y en los que debemos también actuar de manera colectiva. En un marco personal es normal que te puedas sentir más limitado, pero un hacklab es una construcción social y el peso no debe estar en el individuo, sino en la colectividad. Buscar maneras, formas de actuar que nos sirvan para mejorar cómo funcionamos, que sean nuevas y creativas y no basadas en las tradicionales relaciones sociales.
2º parte - Apuntes de lxs dinamizadorxs
- APUNTES FADEL - FALTAN
El sujeto dominante (perfiles de hombres-cis, blancos, heterosexuales, de clase media y con acceso a conocimientos y bienes) son sujetos por privilegio. Siendo sujeto privilegiado tú compartes la norma y al final la norma se vuelve invisible. Ejemplo: Siendo hombre se puede hacer difícil visibilizar que hay personas que no son hombres, este sujeto hombre lo puedes cambiar por blanco europeo, clase media, heterosexual, etc... Este sujeto dominante protege y se beneficia de esa estructura. Los hombres ocupan la mayoría de espacios de poder y hasta que no se echen a un lado esto no va a cambiar, hay que dejar ese espacio. Entender el patriarcado como una estructura social que va desde lo micro y que afecta a lo macro. Los hombres debemos dialogar y entender que sostenemos esta estructura.
La tecnología nunca es neutra. Por ejemplo un fusil, está explícitamente construido para matar aunque también puedas usarlo como muleta. Todo se construye siempre desde una posición y con una intención. Investigar la lowtech como una vía a crear nuestra propia tecnología.
El conocimiento como forma de poder: Diversas teorías (Bookching & Öcalan) hablan que la primera forma de poder y jerarquía fue la gerontocracia masculina, que utilizaba la acumulación de conocimiento para utilizar a aquellxs que no lo tenían. Quien tiene conocimiento puede utilizarlo para manipular y chantajear al resto de la comunidad. “El conocimiento es poder" Francis Bacon, una de las grandes máximas de la Ilustración, etapa de la historia europea y colonialista que rige nuestras sociedades y sistemas a día de hoy.
El pensamiento positivista e ilustrado: la razón por encima de todo. El poder y control sobre la naturaleza, la mujer y las minorías. El binomio razón-emoción como forma de poder. La especialización como forma de control.
Acceso a la tecnología: Sabemos que hay una desigualdad estructural en el acceso a la tecnología según el género, la raza y la clase. Sabemos que dicho acceso representa uno de los grande privilegios de nuestra época.
"La tecnología es mucho más que un conocimiento técnico: es un espacio político. Desconectarse tiene implicaciones sociales y económicas para nosotras en esta sociedad de la información. Estar fuera del “mundo digital” es perder agencia para intervenir, conseguir trabajo, informarnos, comunicar, movernos y vivir." Gisela Pérez de Acha (¿De qué hablamos cuando hablamos de acceso?)
El mundo online es un reflejo del mundo offline. Reproducimos lo mismo en internet que lo que generamos en la calle.
Dificultades al acceso tecnológico:
- El costo muy elevado de datos y dispositivos afecta más a quienes ganan menos, en particular a las mujeres y los habitantes de las zonas rurales.
- Las barreras culturales y actitudes sociales machistas en torno al acceso (“las mujeres no deben usar internet”).
- La falta de tiempo: las mujeres tenemos carga doble de trabajo, el doméstico, el relacionado con los hijos y el trabajo laboral profesional.
- La autocensura que proviene de la violencia de género en línea.
- La brecha salarial de género disminuye la habilidad que las mujeres tenemos que poder pagar acceso a internet.
- La falta de educación.
La tecnología como herramienta: “En la era digital, internet se ha convertido en un nuevo campo en la disputa por derechos de las mujeres, aumentando las oportunidades para que se expresen, pero a la vez multiplicando las posibilidades de represión”. Irene Khan
La necesidad de tener acceso a las herramientas, pero también a las discusiones y la formulación de políticas relacionadas a las tecnologías para que no se use la protección de grupos vulnerables como excusa para la criminalización y control, continuando con la actitud paternalista del Estado y el hombre profesional-especializado.
Conclusiones: Incorporar una perspectiva de género que reconozca y comprenda las desigualdades estructurales de nuestras sociedades es un compromiso diario que, para que sea sincero, requiere iniciativa, creatividad y autorreflexión.
Sabemos que en los entornos de diseño, producción y consumo de tecnologías digitales se manifiestan y re-actualizan los problemas sociales estructurales, y que no es suficiente con transformar las tecnologías para transformar la sociedad. Sin embargo, también consideramos que traer otros casos de uso a la discusión, así como otras maneras de discutir y otros intereses (más allá de la estabilidad del mercado o la seguridad nacional, por ejemplo), es necesario para encaminarnos hacia una internet centrada en las personas y en nuestros derechos individuales y colectivos.
3º parte - ¿Cómo cambiamos los espacios tecnológicos que habitamos?
- En nuestros espacios de Hacklab tener en cuenta “la tiranía de la falta de estructuras". Desconfiar de la informalidad.
- ¿Cómo generamos la apertura a otrxs? ¿Cómo podemos construir estrategias colectivas estos asuntos? ¿Cómo crear espacios de integración? Debemos usar la empatía. Evitar la evidencia. Siempre preguntar.
- Propuesta: Para desmasculizar los espacios aprender a hacerse a un lado. Que por ejemplo en las asambleas no empiece siempre a hablar el hombre blanco cis, y en el caso de que solo haya este tipo de sujetos dedicar un tiempo a preguntarnos por qué es así.
- Propuesta: Hacer rondas emocionales, preguntarnos cómo estamos.
- Propuestas: Tener protocolos de actuación, por ejemplo al acabar la jornada sentarnos y evaluar cómo ha dio, comentar cómo fue la sesión, qué sentimos, tratar de romper con los tabúes. Tener un protocolo de bienvenida.
- Propuesta: poner en cuestión que si somos todos ese "hombre" darnos espacio para la cercanía emocional con otros hombres y romper esos límites. ¿no estáis fatigados ya de todo esto, no estáis hartos? Generar espacios de siento-escucha. Tener más cercanía física y encarnada.
- Propuesta: Trabajar el campo para hacerlo más accesible, mucho menos excluyente. Por ejemplo no entiendo cómo funciona la wiki, cómo hacer para acompañar al resto de compañerxs en estos procesos de aprendizaje.
- Propuesta: Usar señas para indicar al otro cuando estás sobrepasando un límite, que el grupo te ayude a marcar límites o ayudarte a darte cuenta de situaciones que quizás no estás advirtiendo.
- Propuesta: Concebir el hacklab como espacio de educación popular o introducirlo dentro de la red de educación popular.
- Propuesta: Hablar de los relatos cercanos, de nuestros cercanos. Observar a la comunidad. Hacer silencio y escuchar a nuestras compañeras. Entender la igualdad desde el relato
- No asumir que si no es freak o no por ser mujer.. no va a saber esos temas.
- Propuesta: Pequeño texto de bienvenida para saber qué es el hacklab y qué posibilidades hay en él, cómo funciona y qué medios tienes de participar.
- Propuesta: No abandonar el conflicto si no se resuelve en el momento. Aprender a volver sobre los conflictos para aprender a gestionarlos Hay que gestionar los conflictos
- Propuesta: Preguntar y observar.
- Propuesta: El hacklab debe producir un servicio técnico y de asesoramiento de colectivos. Organizarlo por días o por horas.
- Eliminar culpas, crear responsabilidad.
Nodo "Retos del movimiento hacker"
El siguiente texto es una copia de la publicaicón en https://contracultura.cc/2022/10/25/retos-del-movimiento-hacker/
Retos del movimiento hacker
25 octubre 2022, por Txakal
El pasado 7, 8 y 9 de Octubre, se organizó un encuentro de Hackers de todo el Estado llamado Hackmeeting. Después de tres años sin juntarnos, por fin tuvimos la opotunidad de vernos en el espacio comunitario MolinoLab, en Sancti-Spíritus, Salamanca. Entre charlas, talleres, cacharreos y asambleas, tuve la oportunidad de abrir un debate sobre los retos del movimiento Hacker, donde debatimos y discutimos ampliamente sobre este análisis que propuse en la mesa.
El movimiento Hacker es muy difícil de definir, es un concepto amplio que abarca muchas sensibilidades políticas y formas de entender el mundo. Sería muy pretencioso por mi parte enmarcar el Movimiento Hacker como algo homogéneo y monolítico, pero creo que sí que tiene unas bases comunes que definen al movimiento en su totalidad.
El origen de este movimiento ha sido ampliamente discutido, pero existe un libro muy esclarecedor al respecto del periodista Steven Levy, titulado Hacker heroes of the computer revolution, en el que el autor analiza los comienzos del movimiento Hacker desde 1963, en el que los primeros hacktivistas se valían de un ordenador gigante, llamado PDP-1, pasando por el MIT, donde los apasionados de la tecnología de Tech Radio Model Club se colaban de noche en la universidad para crear programas propios y modificaciones que no estaban previstas. Así, concluyendo con la creación de la primera licencia de Software Libre y desarrollo de GNU por Richard Stalman en 1983.
Lo que Steven Levy nos quiere transmitir es que el avance de la tecnología y la imposibilidad de acceder a ella, ya sea por restricciones o por su precio descomunal, hizo que unos universitarios reivindicaran su acceso libre y gratuito, la modificaran a su antojo y asumieran la computación como un arte, y es en este libro donde podemos encontrar por primera vez la definición de una ética Hacker, que consiste en:
- Toda la información debe ser libre.
- Desconfianza en la autoridad, promover la descentralización.
- Los Hackers deben ser juzgados por lo que hacen, no por su raza, edad o clase.
- Se puede crear arte y belleza en el ordenador.
Este origen hay que enmarcarlo en el contexto político y económico propio. En una potencia mundial, económica y tecnológicamente puntera, como Estados Unidos, la clase media era una composición social muy establecida y con gran capacidad económica. Amplias capas de la población podían llevar a sus hijos e hijas a la Universidad, donde tenían los primeros grandes ordenadores, incluso más adelante comprar un ordenador personal. Esto hizo que mucha gente comenzara a interesarse por la tecnología, algo que en otras latitudes era impensable ya que, si tenían ordenadores, estos estaban reservadas para gobiernos, grandes empresas y algunos sectores de la investigación académica. También fue crucial todo el movimiento hippie de la época postfordista, que marcó en gran medida la inspiración política de la ética Hacker.
La eclosión del movimiento la podemos fechar en lo que se ha venido a denominar la “época dorada del movimiento hacker”, desde finales de los 80 hasta finales de la década de los 2000. Esta expansión la marcó el avance tecnológico que posibilitaba el acceso a un ordenador personal y a una conexión a internet de manera generalizada. El acceso al hardware fue cada vez más accesible y las conexiones de internet ya no eran algo reservado para la universidad y la empresa, sino que muchas casas la tenían, y también comenzaron a emerger cibercafés y locutorios donde podías conectarte. Esto multiplicó la capa poblacional con acceso a un terminal de red, lo cual, potenciaba la gente que se interesaba en la tecnología, ya que a diferencia que en la actualidad, para configurar un PC, las necesidades de una formación específica eran más altas, algo que apasionó a mucha gente.
La romantización del Hacker fue un factor importante para esta expansión. El cúmulo de noticias sobre hackeos a empresas o estados, películas sobre hacking y la caricaturización de este, creó una imagen atractiva para mucha gente que sentía pasión por la tecnología y una cierta negación hacia el sistema establecido. La cultura Cyberpunk también tiene mucho que ver en esto, desarrollando una rama más artística.
La coyuntura socio-económica es crucial para entender la forma en que fue articulándose el movimiento durante dicha expansión. Sobre todo, en las zonas geográficas de centro imperialista como Europa y EEUU, donde más se expandió el movimiento. Se vivían épocas de grandes cambios, el orden mundial con las dos grandes potencias, EEUU y la Unión Soviética en conflico se terminó, se derrumbó el muro y empezó la llamada globalización. Con la caída del muro, las visiones revolucionarias perdieron muchísima fuerza, el trauma del derrumbe soviético, ya no solo como bloque económico, sino como posible alternativa de un futuro emancipador, se perdió y con él la esperanza de un nuevo mundo de supuesta libertad. Esto provocó la expansión del capitalismo, pero también de ideas anarquistas y socialdemócratas que derivaron en movimientos contra-culturales como el movimiento de okupación, movimiento ecologista, antiglobalización, la irrupción del Zapatismo, el Socialismo del Siglo XXI, momentos clave como las contracumbres de Génova o Seattle y posteriormente fenómenos como el 15M, el movimiento de las plazas o la última ola del feminismo, junto a otros proyectos y luchas con formas autónomas y asamblearias.
Si juntamos todo esto en una coctelera, nos sale un movimiento político-tecnológico que se llama el movimiento hacker. Con el software libre y la descentralización como bandera se crearon muchísimos proyectos que fueron cruciales para este momento, como Indymedia que era el primer gran periódico digital de información internacional sin control del capital. También se crearon herramientas para ayudar a la militancia en su seguridad, se crearon Hacklabs en espacios okupados, se crearon encuentros autogestionados como el Hackmeeting, herramientas de soporte y autonomía tecnológica como sindominio en el Estado español, se avanzó considerablemente en la calidad del software libre, se utilizaron los conocimientos técnicos para hacer acciones directas contra empresas y gobiernos, juntos a otras acciones que han construido una subcultura tan crucial para todo movimiento revolucionario como es el movimiento Hacker.
Sin embargo, el surgimiento y avance de un contrapoder es porque existe un poder establecido, y ese poder es el capitalismo, la sociedad de clases. Sociedad en la cual la explotación es el motor de la acumulación, y la opresión y destrucción la gasolina. La burguesía, siempre que hay un movimiento que cuestiona su hegemonía, intenta paralizarla de cualquier modo, y el movimiento hacker no se libró de esto.
La fórmula habitual para frenar movimientos peligrosos para el capitalismo suele ser utilizar el Estado como brazo represor. Esto se tradujo en detenciones, multas, cierre de espacios okupados, webs y proyectos, cárcel e incluso asesinato. Toda esta represión, siempre ha sido un freno, pero no es exclusivo de este movimiento y tampoco algo que no se pueda superar, siempre hay trucos y grietas, por algo somos Hackers.
La guerra real y más dura, como en cualquier movimiento, es la impregnación en su seno de la cosmovisión capitalista, traducida en guerra cultural. Lo que llamamos InfoSec, la ciberseguridad entendida para los beneficios empresariales, es la apropiación cultural del capitalismo al movimiento Hacker.
Por una parte, tenemos toda la industria audiovisual que nos presenta a un Hacker en el lado malvado, que después de darse cuenta de sus acciones ayuda a la gran empresa o al Estado que ha intentado combatir. Esto crea un imaginario en el que el hacker bueno es aquel que ayuda a la empresa y no la pone en cuestión. También se nos presenta como un traficante de drogas, que utiliza sus conocimientos técnicos para vender y hacerse rico, o un idealista que no puede conseguir esa revolución porque simplemente es imposible. Esta caracterización e infantilización han sido claves en todo el proceso de fustigar al movimiento hacker.
Por otra parte, tenemos a los voceros. Esta gente normalmente proviene de la cultura Hacker, pero han despreciado toda ética y se han quedado con la estética, vendiéndose a la empresa y al Estado por buenas sumas de dinero, como pueden ser Chema Alonso, que está en el consejo de administración de Movistar y tiene la medalla de honor blanca de la Guardia Civil. O Antonio Ramos, de Mundo Hacker, que ha trabajado para centros de inteligencia de EEUU, Europa y España, y tiene la medalla blanca al mérito civil de la Policía Nacional. Esta gente sale en grandes medios de comunicación, da charlas en conferencias prestigiosas y tienen un eco mediático muy considerable. Su mensaje, básicamente, consiste en decir que los hackers son gente apasionada de la tecnología que hacen el “bien”. Claro, para ellos el bien es que cuando encuentras una vulnerabilidad a una empresa se la reportes en vez de reventarla, que trabajes para una gran tech y crees herramientas para ellos, en vez de impulsar proyectos libres y comunitarios. Para ellos, el bien es trabajar para el capital y los demás somos delincuentes, criminales o idealistas, etiquetándonos en nuevas categorías inventadas por ellos como: “Black hat”, “White hat”, “Hacktivist” o “Etical Hacker”.
Para transmitir estas ideas tienen toda la infraestructura necesaria, como la universidad, que reproduce esta idea empresarial del hacker hasta el imposible (al fin y al cabo, el objetivo de la educación, tanto pública, como privada, siempre será la implantación en la población de la lógica del trabajo asalariado). También tienen conferencias muy grandes a nivel estatal patrocinadas por grandes empresas tecnológicas como RootedCon, o por el Estado como CyberCamp, que directamente es un congreso de “Hackers” de INCIBE o, siendo más concretos, la sección de informática del CNI. Estos, con sus grandes medios eclipsan encuentros como el Hackmeeting o incluso encuentros mucho más grandes como el Chaso Computer Congress, que pertenecen al movimiento hacker antisistema.
Esta propaganda crea nuevos hackers que en vez de simpatizar con la ética Hacker, a veces no llegan ni a conocerla, directamente denominándose como Infosec. Estos, reproducen las mismas ideas por Youtube, Twitch, Telegram o cualquier otro medio a su alcance, como puede ser el Youtuber S4vitar, que técnicamente puede tener muchos conocimientos, pero culturalmente reproduce la cultura Infosec.
Creo también necesario señalar una función muy importante de la cultura Infosec, la canalización de todo el potencial técnico del movimiento Hacker hacia los intereses del capital como fuerza de trabajo, alejándolas de toda ética y conciencia política.
Para entender el contexto actual de movimiento hacker, es muy importante identificar los ciclos políticos de los últimos quince años, sobre todo en el sur de Europa y muy ligados a las crisis económicas que estamos sufriendo.
El primer ciclo lo identificó con la crisis financiera que vivimos el 2008, que afectó mucho al sur de Europa, nos vimos en el fin de una época de espejismo de bonanza donde amplias capas de la clase trabajadora podía acceder a una hipoteca, llevar a sus hijos a la universidad, ir de viaje e incluso llegar a tener más de una propiedad inmobiliaria. Esto se acabó traumáticamente, resultando en cadenas de despidos, desahucios y una generación que por primera vez vislumbraba un futuro menos prometedor que el de sus padres. En este contexto económico emerge el 15M, las mareas, las marchas de la dignidad, el movimiento de vivienda etc., donde mayoritariamente, los hijos e hijas de la clase media tomaron las plazas, el funcionariado se movilizó y los trabajadores se pusieron en huelga para reivindicar una democracia mejor gestionada, sin corrupción y más trasparente, y una vuelta a las condiciones materiales anteriores. Digo mayoritariamente porque estas fueron las reivindicaciones de peso, lo que no significa que no hubiera otras. A diferencia del Estado, en Euskal Herria, tuvimos nuestro propio proceso, donde mientras las demás plazas estaban okupadas y las calles llenas, nosotros salíamos de un ciclo marcado por la lucha armada muy largo y duro, este fin de época provocó una desmovilización popular escalonada y la consolidación de un partido nítidamente socialdemócrata en institucional en la esfera de la Izquierda Abertzale como es EH Bildu.
Lo que vivimos en Euskal Herria fue, a su manera, el preludio de lo que sucedería en el resto del Estado: este ciclo con naturaleza reformista, se encaminó con distintas formas socialdemócratas, como puede ser la aparición de partidos como Podemos o Syriza y también enmarco aquí el resurgir y el gran apogeo del proyecto independentista catalán, cuyo planteamiento residía en crear una república catalana sin los problemas “democráticos” del Estado español, irreformable según su análisis. Esto reventó la movilización popular, encauzándola por vías institucionales, lo que hizo que muchas asambleas perdieran fuerza y viviesen una fuga de militantes hacia el ámbito institucional, algo de lo que el movimiento hacker no se excluye. Este punto ha sido ya tratado en mayor profundidad, por ejemplo, un texto muy interesante de José Castillo en portal Jacobin, que se llama “Hasél: la chispa que encendió la mecha”, donde profundiza más en el fin de este ciclo político.
Este ciclo político acaba cunado empieza otra crisis, que ya se vislumbraba antes incluso del comienzo de la pandemia de la Covid-19, donde se empieza a asumir que el proyecto socialdemócrata es un fracaso rotundo como pudimos ver en el caso de Grecia y Syriza. También tenemos una juventud, en la que me incluyo, que vivió muy tempranamente la anterior crisis, y no ha visto más que el empobrecimiento paulatino y un futuro más incierto. Esta combinación empezó a explotar de distintas formas, sobre todo en la despolitización de la gente, después de ver todo aquel fracaso de las experiencias de la “nueva izquierda”, ya ha dejado de creer en un futuro emancipador y ha optado por una salida individualista, que alimenta posturas liberales e incluso fascistas como la de VOX. Esa explosión de odio también se produjo en la semana que se quemó Barcelona por los juicios del procés, que a mi parecer más que aquella movilización del uno de octubre, pacifista con familias en la calle pidiendo una República Catalana, lo que vimos fue la rabia de la juventud proletarizada, harta de la situación, y explotando en el enfrentamiento directo con la policía.
La gran crisis de la Covid-19 aceleró este fin de ciclo y comienzo de uno nuevo. Donde el empobrecimiento se generalizó más si cabe. El Gobierno español actual, supuestamente el más progresista de la historia, se convierte en una maquina autoritaria al puro estilo Orweliano; y la psicosis constante de noticias catastróficas, ha puesto en evidencia que las formas ideológicas y organizativas que ha tenido la clase obrera en los últimos años están desechas e inutilizadas, y que no emos sido capaces de reaccionar ante esto con la contundencia que se merecía. Esto se refleja en los grandes disturbios por todo el Estado por el toque de queda, también en la explosión de rabia que produjo el encarcelamiento de Pablo Hasel o la movilización en Vallecas por el confinamiento de los barrios más proletarizados de Madrid. Esto ha abierto lo que va ser la línea por la que transcurrirá el nuevo ciclo, un nuevo replanteamiento. Es decir, el planteamiento de que no existe capitalismo bueno, y que donde hay que poner la centralidad del análisis es en cómo se puede organizar a toda una clase social para crear una forma en la que la sociedad se organice sin explotaciones ni opresiones. Es decir, plantear una revolución o superación del capitalismo. Este debate se está dando en muchos ámbitos, desde la autonomía, diferentes movimientos sociales y también desde la creciente línea socialista.
En este contexto nos enmarcamos, es innegable que el movimiento hacker no es algo independiente a la sociedad, y estamos viviendo los mismo problemas y límites que han vivido otros movimientos políticos los últimos años.
Tenemos un gran problema con incorporar nuevas generaciones, solo hace falta mirar los encuentros y sacar una media de edad para darnos cuenta de que la juventud es una minoría en el movimiento hacker. No en cambio en los congresos y encuentros de Infosec, que están llenos de jóvenes. Los hacklabs han disminuido por todo el territorio del Estado, quedándose en lo anecdótico, aunque podemos ver que en el último año se ha formado un Hacklab en Madrid, en el CSOA La Ferroviaria. Los encuentros son muy costosos de sacar adelante, no hay más que percatarse de que hemos estado tres años sin hackmeeting y casi el recientemente celebrado tampoco se saca adelante. Los movimientos políticos, mayoritariamente, han perdido al movimiento hacker como referencia en la ayuda de su infraestructura técnica, tanto de seguridad como en utilizar proyectos libres y autónomos. No tenemos más que ver cuantas organizaciones tienen cuentas de Twitter y de ellas cuantas cuentan con Mastodon.
La pérdida de referencia también es por el desconocimiento de la existencia del movimiento Hacker, por eso los colectivos nuevos como el colectivo Disonancia o Colectivo406 están siendo una referencia, han sabido ver las necesidades de los movimientos y hacerse un eco dentro del panorama. Ayudando a crear una cultura de ciberseguridad y autonomía digital.
El movimiento Hacker también está delante de un nuevo ciclo político. No es algo sencillo de atajar, ni de darle una forma orgánica, ya que al fin y al cabo es un movimiento de muy diversa gente y colectivos con formas organizativas e ideológicas muy diferentes. El reto está servido y el debate abierto.
Hack The System!